16 abril 2009

JOSÉ MARÍA RYAN o "LEMONIZ APURTU"

El 29 de enero de 1981, uno de los 250 técnicos que supervisaban las obras de construcción de la central nuclear de Lemóniz no acudió a su puesto de trabajo.

Se llamaba José María Ryan.

Ese mismo día, el comando "iraultza" de Eta reivindica su secuestro y da ocho días de plazo para la paralización y demolición de las obras.

Era una sentencia de muerte inequívoca.
JOSÉ MARÍA RYAN o "LEMONIZ APURTU"
Sin embargo, el PNV quiere ceder al chantaje de ETA y envía al recientemente fallecido dirigente jeltzale, Gorka Aguirre, a un bar de Anglet en el sur de Francia para entrevistarse con los asesinos Txomin Iturbe y José Luís Arrieta.

José María Ryan
Manifestaciones, llamamientos emotivos de la familia para la liberación de Ryan, la firma de un documento por parte de los ingenieros de Lemóniz garantizando la paralización de las obras, son errores fatales, son esfuerzos inútiles que se realizaron ilusoriamente.
En un asqueroso comunicado, los asesinos sentencian a muerte a José María Ryan: «ha comparecido ante un consejo revolucionario, Ryan es culpable de ser coautor en grado máximo de las decisiones y ejecutorias llevadas a cabo por Iberduero, SA, en la central nuclear de Lemóniz y, por tanto, puede ser ejecutado en cualquier momento a partir de esta hora. La responsabilidad será de Iberduero y el Gobierno».


El día 6 de febrero de 1981, el cadáver de José María Ryan es encontrado a unos 250 metros de la carretera comarcal que une las localidades vizcaínas de Zarátamo y Arcocha, cerca de la localidad vizcaína de Galdacano. Maniatado a la espalda, con una venda en los ojos y un disparo en la nuca, ETA concluye la atrocidad.

Las obras habían comenzado en 1972 y desde entonces, ETA puso bombas asesinando a tres obreros (en el 78 y 79), y posteriormente a Ryan, a otro ingeniero en el 82.

En su concepción de una Euskadi de pistoleros, y desde su desprecio a la vida y a la libertad de las personas, ETA viene minando la historia de los vascos desde la dictadura.

Siempre opuesta al bienestar y al progreso, ETA también ha atacado al sector energético, y aunque entre sus excusas baratas para asesinar, dice que lucha "contra el capitalismo", la verdad es que asesinó a 5 trabajadores, y chantajeó a Euskadi y al resto de España.

No importa su careta, ETA siempre nos aporta lo mismo, chantaje, extorsión, miedo, asesinatos y miserias.

Lemóniz iba a suponer la satisfacción del 70% de la necesidad energética de Euskadi, es decir, la independencia energética. Una central de dos impresionantes reactores de 930 megawatios cada uno, que costó 35.000 millones de pesetas de los años 70. La factura de su paralización y desmantelamiento (incluidas las indemnizaciones del Estado a Iberduero) fue de un billón de pesetas.José María Ryan
Deseo que en un futuro cercano se reconsidere la política energética y el camino a seguir. Hay que hablar de la energía nuclear, sin duda.

La energía nuclear no es lo que los desgraciados de la plataforma "Lemoniz apurtu" (destruir Lemóniz) nos panfleteaban disfrazados de ecologistas.


*Nótese en la foto el símbolo de gestoras pro-amnistía (hoy ilegal) en la pancarta de concentración de la plataforma etarra mencionada.

No es lo que vocerillos de medio pelo de los etarras o sucedáneos van repitiendo por las esquinas de nuestras calles. No es lo que cuentan los jetas que abordan petroleros con lanchas rápidas que riegan nuestros mares y ríos de "gasofa".

Seamos sensatos, pensemos por nosotros mismos, dejemos que los expertos valoren las ventajas e inconvenientes y nos expliquen lo que necesitamos saber para ser una sociedad moderna y puntera. Comprobaremos que no conocemos la energía nuclear.

Abramos el debate cerrado a golpe de pistola.