14 junio 2014

SON LO QUE PARECEN, ESCRIBAN LO QUE ESCRIBAN.

La Sección Primera de la Audiencia Nacional ha absuelto el pasado miércoles a cuarenta acusados de pertenecer a la organización ilegal proetarra Segi. 

La resolución dice que estos chicos actuaban en nombre de Gazte Independentistak y que este colectivo no tiene vinculación con la violencia. Dice también que no actuaban en nombre de Segi, organización integrada en ETA y relacionada directamente con la kale borroka. Textualmente esta Sentencia 26/2014 también dice “Gazte Independentistak asumió alguna de las campañas que antes trataba, nunca con exclusividad, Segi…”

Sin embargo, lo que sí sabemos, y sabíamos antes de estas resoluciones, es que Segi fue ilegalizada en 2007 por el Tribunal Supremo por ser la cantera de ETA. Cuando esto ocurrió, Segi cambió su nombre por el de 'Gazte Independentistak' (jóvenes independentistas) para continuar haciendo de las suyas y burlando la Ley siguiendo órdenes de ETA.

Esto lo hizo, siguiendo el ejemplo de la ilegalizada Batasuna que se rebautizó con un nombre genérico de “izquierda abertzale” para continuar con sus actividades públicas. 

Todo esto no es nuevo, se sabe. Por ejemplo lo denunció la Fundación de Víctimas del Terrorismo (FVT) en su revista 'Fundación'.

   El Presidente de la asociación Dignidad y Justicia, Daniel Portero explicó todo esto y dijo: "Si Batasuna comenzó a denominarse de forma genérica Izquierda Abertzale (Ezker Abertzalea) desde 2006 para eludir las acciones de la Justicia, Segi hizo lo mismo cuando fue declarada ilegal en 2007".

Gazte Independentistak no tiene personalidad jurídica y por esto es imposible de perseguir judicialmente ya que se trata de un nombre genérico que no se ha inscrito en ningún registro de asociaciones o partidos políticos.

En el Auto de 28 de noviembre de 2009 del Juzgado Central de Instrucción Número 3 de la audiencia Nacional, en sus Hechos CUARTO podemos leer:

CUARTO.- A modo de resumen, se puede afirmar que SEGI en la actualidad:

a).- Es la organización terrorista de la izquierda abertzale para el control y dinamización del frente juvenil del M.L.N.V., subordinado en todo momento a la estrategia de la banda E.T.A.

b).- Desde la ilegalización, su actividad la realiza unas veces bajo sus propias siglas y otras bajo siglas de organizaciones pantalla, es decir, GAZTE ASANBLADAS, GAZTE INDEPENDENTISTAK, GAZTETXES, MATXINADA, DUINA, MALATXA, KAMARADAK, y otras.

c).- SEGI, no obstante la ilicitud, continúa con la organización de la celebración de eventos de carácter “nacional” convocados en la actualidad por siglas difusas, pero controladas por el grupo para labores de captación, formación y concienciación, entrenamiento, recaudación de fondos, etc., como: UDAKO GAZTE ESKOLA, GAZTE TOPAGUNEA, MENDI MARTXA, INDEPENDENTZIAREN EGUNA, GUDARI EGUNA, GAZTE EGUNA, conciertos, etc., en las que se exhibe profusamente simbología de SEGI, y en las que se adoptan extremas medidas de seguridad que en algunos casos han llegado a la identificación física de los asistentes con pulseras, una vez controlada su identidad (caso, por ejemplo, de la MENDI MARTXA 2009).

d).- SEGI dinamiza la lucha “Y” dentro de la estrategia de E.T.A. denominada “KALE BORROKA”, conformando los taldes “Y” con sus propios miembros y ajenos en unas ocasiones, mientras que en otras son los propios taldes de SEGI los que se activan como “Y”. Otras personas integradas en organizaciones vinculadas a SEGI pueden participar en esta “lucha”, “desdoblando” su actividad.
  


Y ¿para qué hacernos trampas en el solitario?, todos estos de Segi, y también los batasunos tienen caras, nombres y apellidos y les conocemos de nuestros barrios, de nuestros vecindarios. Son los mismos, cambian los nombres. Y lo hemos vivido muchos años. Son lo que parecen, escriban lo que escriban.

Los procesados son:
Los navarros Ainara Bakedano, Amaia Elkano, Garbiñe Urra, Itxaso Torregrosa, Oier Zuñiga, Fermin Martinez, Artzai Santesteban y Jon Ciriza, los alaveses Jon Anda, Jon Liguerzana, Nestor Silva, Unai Ruiz, Goizane Pinedo, Jagoba Apaolaza, Zumai Olalde, Aitor Liguierzana y Bittor Gonzalez, los vizcaínos Gaizka Likona, Eñaut Aiartzagunea, Mikel Totorika, Nahaia Aguado, Idoia Iragorri, Xabier de la Maza, Haritz Petralanda, Ibai Esteibarlanda, Karlos Renedo y Zuriñe Gojenola, los guipuzcoanos Irati Mujika, Olatz Izagirre, Ion Telleria, Garazi Rodríguez, Maialen Eldua, Eihar Egaña, Euken Villasante, Mikel Esquiroz, Mikel Ayestaran, Xumai Matxain, Aritz Lopez, Asier Coloma y Aitziber Arrieta

Fuente: Twitter.

07 junio 2014

DESCONFIANZA E INDIGNACIÓN.

La percepción de la política nacional ha experimentado en los últimos años un giro orientado hacia la desconfianza en el sistema político y la indignación del ciudadano.

Los españoles llegamos a sentir esa decepción e indignación con nuestros contratados de forma general. Con todos: los 445.568 políticos. Y a todos se les califica a diario en algunos foros como “chorizos”. Generalizando.

Vemos que en ocasiones  sin causa de fuerza mayor, incumplen el contrato con sus votantes a cambio de intereses, de líos de dudosa moralidad, o incluso se les “trinca” haciendo “cosas feas” y tenemos que ver cómo van a la cárcel.

Sentimos desconfianza e indignación al ver cómo los objetivos que les hemos encomendado que consigan para nosotros, para España, los han apartado, escondido, los ningunean con desparpajo y con soberbia imponen sus intereses a veces contrariamente a lo comprometido. Hay quién desde posiciones de poder toma decisiones que duelen, que hieren o que humillan a sus propios votantes, como por ejemplo la liberación de Bolinaga, creyendo que éstos tragan con todo. Esto crea desconfianza e indignación, claro, pero no con un caso, ni con dos. Éstas se impregnan poco a poco, caso a caso. Lentamente. Y lo invaden todo. Sin parecer un cambio tan irreversible como es. Sin que los políticos las vean colarse por los poros, se hacen con el manto de la falsa impunidad que les cobija. Cuando se evidencian, es tarde para girar. Es tarde para plantear otras actitudes, otros matices de estrategia. Este nivel de fracaso requiere una regeneración profunda, de raíz, porque ya no cuelan los lavados de cara, los guiños que esconden acuerdo interesados, no cuela el auto aplauso con toca chepas para la foto, no cuelan las declaraciones solemnes sin la compañía de los hechos, ni apariencias de regeneración.

Estoy convencida que estos sentimientos no los provocan todos ellos, los 8.116 alcaldes, 68.462 concejales350 diputados266 senadores o los 1.218 parlamentarios autonómicos. Si nos paramos a pensar en personas conocidas, nos vienen a la cabeza muchos concejales y alcaldes que no cobran un euro, que trabajan por nosotros 24 horas al día, que además son honestos, transparentes y mejoran realmente nuestra calidad de vida.

Por ejemplo, me acuerdo de Juan, hasta hace nada cobraba una dieta de 6 euros por comisión, un valiente concejal del PP en Vizcaya, y a cambio, se jugaba el tipo full time defendiendo la libertad, a España y el liberalismo en su municipio.

Pagan justos por jetas. Siendo evidente que la sensación generalizada es la descrita, no es menos verdad que a cada político debemos diferenciarle, y allí dónde haya una lista, debemos evaluar lo que ofrece el candidato, su claridad, su programa y su gestión anterior. Vienen las elecciones municipales y autonómicas, las que de verdad se evalúan a pie de obra.

Tan contraproducente para la clase política es la soberbia como la indefinición. Hoy existe en las altas esferas tanta soberbia y tanta indefinición, que se empieza ya a notar cómo esa lava de desconfianza e indignación que ha ido avanzando en los últimos años ha penetrado de manera profunda y arraigada en ese manto abrigadito pero permeable. Esto es malo para la democracia. Provoca el triunfo de la abstención (europeas 2014 con un 54,16%, es decir, casi 19 millones de españoles decidieron no votar), provoca la aparición de candidatos- trampa (con niveles políticos normales no podría ni soñar en presentarse) como el de Podemos, un tipo que tiene aptitudes evidentes como comunicador, poca apariencia de soberbia y mucha apariencia en la claridad de ideas, llega y convence. Pero ojo, convence a los vencidos por ese río lento y viscoso de la desconfianza y la indignación.

O toman nota o la nada.