“el proceso que comenzó el año pasado está sufriendo un claro bloqueo y se está pudriendo, y en ese contexto,ETA ha tomado la decisión de reactivar la lucha armada respondiendo alcompromiso tomado en defensa de Euskal Herria”.
Ante esta ruptura de la tregua, Otegui es el encargado de leer, el 29 de noviembre del 1999, un texto en el que “explica” la ruptura de la tregua por parte de ETA:
“ Herri Batasuna, su Mesa Nacional, quiere mostrar públicamente, delante de la sociedad vasca,española, francesa y delante de la comunidad internacional, su más absoluto despreciopolítico por las actitudes mantenidas tanto por los partidos políticos como poralgunos agentes mediáticos, teniendo en cuenta que esa es una crítica que nohacemos extendible a los trabajadores de esos medios. Creemos que tanto elPartido Socialista, la Unión del Pueblo Navarro, el Partido Popular, UDF o PSFhan actuado con absoluta irresponsabilidad política. No han planteado otraestrategia política que no sea la de la guerra y la provocación, y se hanmantenido inamovibles en una batalla contra la democracia, la razón y elsentido común.”
Un día antes de hacerse efectiva la ruptura de la tregua, el PNV que en ese momento tiene la Lehendakaritza gracias a los votos de Batasuna-ETA, responde al anuncio de nuevos atentados. Xabier Arzalluz abunda en apoyo y ofrecimientos a los violentos para colaborar hacia su Euskadi independiente:
“…invitamos a las formaciones nacionalistasy en especial a EH-HB, a, de común acuerdo y desde la diferencia y el respetomutuos, establecer las bases de este proyecto, en sus contenidos, modos yritmos. Esta apelación a los partidos nacionalistas no ignora ni la pluralidadsocio-política de Euskadi, ni la existencia de otros proyectos políticos.”
Corría el año 2001 y Batasuna-ETA acumulaba fracaso tras fracaso en sus intentos de movilizaciones social, así como una larga lista de crímenes, atentados y extorsiones en un clima de imposición del terror en las calles de Euskadi. José María Aznar (PP) gobernaba en la Moncloa con mayoría absoluta, PSOE y PP sellaron el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, la Ley de Partidos sería aprobada el año siguiente.
En ese contexto, HB se refunda en Batasuna, y elige a Otegi como portavoz. Este comienza a reunirse en secreto y a título personal con el presidente del PSE-EE, Jesús Eguiguren, en el caserío Txillarre de Elgoibar. Son tiempos de oscurantismo y cocina a espaldas de los ciudadanos y de las instituciones, que más tarde desemboco en el fallido proceso de paz de 2006.
Jesús Eguiguren (izquierda) y Arnaldo Otegi, personajes clave en el proceso de diálogo,
en una reunión mantenida en diciembre de 2004. / EFE
Jesús Eguiguren (izquierda) y Arnaldo Otegi, personajes clave en el proceso de diálogo, en una reunión mantenida en diciembre de 2004. / EFE |
En esos años Otegui ideó difuminar su imagen de terrorista y secuestrador en ETA militar, para poder construir una imagen aceptable por el nacionalismo de derechas. En 2004, surgió en algunos medios de comunicación el nuevo perfil de Otegui, al que se empezó a llamar el Otegi posibilista.
El portavoz de Batasuna se presentó en el Velódromo de Anoeta "con una rama de olivo en la mano" y el entramado Batasuna -ETA expresó la posibilidad de separar la negociación política de la "técnica", término con el que se refirío al terrorismo de ETA.
(Continuará)
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