Hay de todo en ese gran grupo de nuevos ciudadanos-de-pleno-derecho que se está fabricando de forma artificial. Lo integran por ejemplo, los asesinos etarras hasta hace poco presos en la cárcel de Nanclares de esos que Rubalcaba dice que “no son de ETA”, hay chavales de la gasolina y el terror, o históricos criminales que creen que su trayectoria vomitiva les vuelve intelectuales entre los suyos.

Hay quien ha llegado a decir cosas para explicar lo inexplicable como "serán legales, pero no son demócratas". Una organización terrorista con ideario no demócrata, y con pistolas para chantajes reales, son legales pero no demócratas. En los países democráticos a los violentos no se les legaliza.

Alguien debería explicar esto mejor por si se nos escapa algo, pero me temo que sabemos por qué no lo hacen.

Estos no demócratas hoy ya son libres e "iguales" a sus víctimas. Tienen ya la misma "razón", la misma legitimidad y más derechos porque ellos están vivos. Todo esto lo tienen porque se lo estamos dando. Cuánto más les damos, más les negamos a nuestros muertos y a nuestras víctimas.

Lo cierto es que desde 2012 los asesinos y delincuentes más sangrientos comenzaron a salir a la calle. El caso de la excarcelación de Bolinaga fue un punto de inflexión moral y social, se hizo para ello una “obra de teatro mediocre” pero cruel. Tal cruel y miserable como el propio asesino y torturador.

Los asesinos, violadores y pederastas vuelven a sus casas llueva o no, con burdas excusas, muchas de ellas atribuidas no a los verdaderos responsables.

Los etarras celebran con "Omenaldis" su vuelta y hacen apología de su terrorismo. Pero les damos otra oportunidad porque somos comprensivos, y aunque parezca esquizofrénico celebran sus "ekintzak" y piden "perdón por del daño causado" a la vez. Están pletóricos, sonrientes y triunfadores.

Ya no matan porque les damos todo lo que piden. Gobiernan y cobran del dinero de todos, de Ayuntamientos, Comunidades Autónomas y del Estado. Están consiguiendo todos sus objetivos mientras España degrada su calidad democrática.

…Pero las cesiones se acabarán antes o después. Bien porque se acabe la voluntad de ceder al chantaje o bien porque se acaben los privilegios que se les da en cesión al chantaje. 

ETA ha cometido 857 asesinatos de inocentes, de los cuales 326 no han sido resueltos. Ninguno de ellos merece que se les niegue la justicia, y de justicia es guardar y hacer guardar la ley sin evadir obligaciones.